Es probable que tú seas como yo: perfeccionista, abierto a nuevas ideas, entusiasta, pasional… y es posible que a menudo te asalte, como a mí, la parálisis por análisis.
Cuando estás metido en el ecosistema emprendedor, la ideas y propuestas abundan. Tienes colegas que te hablan de sus nuevos proyectos o de sus embriones de proyectos, gente que te propone hacer cosas con ellos, tú tienes tus propias ideas y el resultado suele ser que no haces nada. El miedo a elegir mal o a sacrificar oportunidades te paraliza.
Paradójicamente, tu miedo a sacrificar cosas interesantes hace que lo sacrifiques todo. En los casos más extremos, simplemente te quedas en casa, mirando a la pared y ves pasar todas esas ideas revoloteando a tu alrededor como una bandada de estorninos. Eres incapaz de sacar nada en claro, ni de ver las cosas con claridad. En situaciones menos extremas, simplemente haces un poco de aquí y otro de allá pero sin enfocarte en nada por lo que todos tus intentos se quedan en eso, intentos.
Para mitigar los efectos de la parálisis por análisis:
- Escribe tus opciones en un papel
- Evalúa los pros y los contras de cada una
- Elije la que te pida el corazón
- Dedica los próximos días o semanas a poner en práctica esa opción
- Si no funciona, vuelve al punto 1
Ya he elegido, ¿y ahora qué?
Es fundamental que una vez hayas elegido, seas paciente y constante poniendo el foco en trabajar sobre ella. Es muy bonito soñar y especular sobre nuevas oportunidades, pero te harás un flaco favor si no te centras. Conozco a gente que pasa su vida de flor en flor sin centrarse en nada. Como podréis imaginar, nunca llega a hacer nada en serio.
Busca el epicentro
Otra cosa más, una vez elegido lo que quieres hacer las próximas semanas, busca el epicentro de ese negocio o proyecto y empieza por ahí. Olvídate de lo accesorio, porque puedes volver a caer en la parálisis por análisis aunque estés centrado en un solo proyecto.
One comment on “La parálisis por análisis”